En Ibéricos Pefrán, la calidad es mucho más que un concepto; es el eje central de todo lo que hacemos. Desde la selección de la materia prima hasta el producto final, cada paso está diseñado para garantizar un resultado excepcional. Así, reflejamos tradición, cuidado y autenticidad.
El origen de la calidad: la materia prima
El primer paso hacia la excelencia comienza con los ingredientes. Nuestros productos ibéricos se elaboran a partir de cerdos criados en condiciones óptimas, con una alimentación natural y controlada. Este cuidado en la crianza y en el manejo de los animales es fundamental para conseguir la textura y el sabor que caracterizan a nuestros embutidos.
Un proceso artesanal y sostenible
En Ibéricos Pefrán, combinamos tradición y tecnología para ofrecer productos que destacan por su autenticidad. Nuestros embutidos se curan de forma artesanal en secaderos naturales, aprovechando las condiciones climáticas únicas de Salamanca. Este proceso permite que el tiempo y el aire fresco trabajen en cada pieza, desarrollando los matices profundos de sabor que hacen que nuestros productos sean únicos.
El equilibrio entre las técnicas tradicionales y la innovación también juega un papel clave. Seguimos métodos transmitidos por generaciones, pero integramos controles modernos que aseguran la máxima seguridad y calidad en cada pieza. Además, mantenemos un firme compromiso con la sostenibilidad, minimizando nuestro impacto ambiental en cada etapa del proceso.
Más que un producto, una experiencia
La calidad de un ibérico no solo se mide por su sabor, sino por todo lo que representa: tradición, cuidado y un legado que se transmite en cada bocado. Para nosotros, un producto de calidad es aquel que deja una impresión duradera, ya sea en la mesa de una cena especial o como un detalle que refuerza relaciones importantes.
En Ibéricos Pefrán, la calidad no es un objetivo, es nuestra identidad. Porque entendemos que ofrecer lo mejor no es una opción, es un compromiso.